LOS DERECHOS FUNDAMENTALES NO SON OPINABLESDurante el proceso de primarias, el Secretario General del PSOE Pedro Sánchez, hizo pública su postura contra la práctica del alquiler de vientres, la mal llamada “gestación subrogada”.

Su declaración fue recibida con verdadero alivio por las organizaciones y asociaciones feministas. Sin embargo, en estos días previos al al 39º Congreso Federal del PSOE constatamos en las redes sociales una campaña que surge del seno del propio PSOE liderada por organizaciones afines favorables a regular esta práctica.

Muchas de estas personas tienen un interés privado bien porque ya estén incursos en un proceso de esta naturaleza, bien porque esperen hacerlo en un futuro nada lejano.

Hay otras personas que con buena intención a veces las acompañan, quizá porque no han meditado suficientemente sobre la gravedad y significado de este asunto.

En una sociedad democrática no se puede dar validez moral a la utilización de las personas para satisfacer deseos de terceros.

Por ello, nos vemos en la necesidad de hacer un llamamiento a las/os delegadas/os que asistirán al congreso con voz y voto porque este asunto es cualquier cosa menos trivial. Compromete los fundamentos mismos del Socialismo.

A la hora de votar hay que tener en cuenta que:

  • La práctica del alquiler de vientres anula derechos fundamentales: la práctica del alquiler de vientres se materializa en un contrato previo en el que las distintas partes acuerdan la cesión de un menor. La cláusula central del “contrato de subrogación” exige a la madre, la mujer que lleva a término el embarazo y el parto según lo reconoce nuestro código civil, la renuncia irrevocable al derecho de filiación y custodia. Si el PSOE se mostrara favorable a esta práctica daría validez a una modalidad contractual abusiva, ya que los derechos fundamentales no pueden ser objeto de relación contractual para revocarlos. Sería lo mismo que admitir o dar por válido un contrato en el que a una de las partes se le exigiera la renuncia irrevocable al derecho al voto, por ejemplo. El PSOE ni puede ni debe abanderar el sueño neoliberal por excelencia, que los derechos sean revocables por contrato.
  • La práctica del alquiler de vientres da por válido el mercado reproductivo y la explotación reproductiva de las mujeres. Ni existe ni puede existir una “gestación subrogada altruista” por escasez de mujeres dispuestas a llevar a término un embarazo y parto para otros a quienes no conocen. Sepamos que la propuesta de una regulación plenamente garantista es una trampa. Sólo se pretende una vía expedita para salir al mercado de explotación reproductivo internacional. El mal llamado “altruismo” meramente consiste en que determinados países están vendiendo a sus mujeres. Ellas aceptan someterse a esto impelidas por cuestiones económicas. Si el PSOE admitiera la regulación favorable del alquiler de vientres, estaría dando por buena la explotación reproductiva y planetaria de las mujeres.

 

  • Los límites de la libertad individual: la libertad individual no puede avalar una práctica contraria a los derechos humanos corrientes. No se puede usar a las personas como medios ni tampoco nadie puede prestarse a ser medio para que terceras personas satisfagan sus meros deseos. Porque es tan importante, sabemos que la libertad individual no pertenece a los individuos. Son las democracias quienes la garantizan. Nunca puede ser invocada la libertad para renunciar a derechos.

 

  • Los derechos no se pueden ceder ni vender, son inalienables. Por ello el PSOE ni ahora ni nunca, puede ni debe dar voz a quienes de manera irreflexiva invoquen la libertad para justificar este tipo de prácticas.
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